11/19/2006
11/14/2006
11/09/2006
11/03/2006
Dicho II
Muy temprano, faltando todavía para el amanecer, las perras dormían.
Como con los animales, las despertarían con un grito para trabajar. La Mora, muy obediente, repetía en sus sueños: “más vale pájaro en boca que cien volando”. A la Pinta se le aparecía Juan, el hijo del amo: "¡no me muerdas el pájaro!!! ¡no muerdas el pájaro!!!"
De vuelta, tras la mala cacería, el amo alejándose les garabateó : -¡perras de mierda, sirven pa` puro amor!!!!