La cueca chueca

Todo el mundo anda esperando
un dieciocho zapateao
menos uno que promete
hueviar en otro lao

Al Ivo no le gustan las patriadas
la chuchoca o las banderas
casi se fue de buitre el otro día
cuando probó la cazuela

No erí de corazón chileno
le dicen todo el día los picados
mejor sácate un pañuelo blanco
pa bailar y quedar mareao

Mareao de la cueca, ay sí
quedó ya en las fechas previas
no piensa ir a ramada
pa tomarse una botella

¡El dieciocho es repulsivo
anda diciendo el Ivo!

Opinión de mono

¿Por qué excelentes bandas chilenas como Guiso y The Ganjas tienen poca cobertura en los medios?
Radios, diarios y canales de música: ¡son más malos que la cresta!

Chu!

Después de unas cervezas estaban listos para pasar al fuerte. Así son los machitos cuando quieren olvidar algo. Si no lo consiguen de esa forma, se agarran a combos. De acuerdo a lo ocurrido en la semana, hoy día se van a matar a aletazos. Todo mal y lento para ellos. Incluso se andan quejando por ahí, hablando de la nube negra y ese tipo de estupideces. Hasta han pensado hacer un fotolog y entrar al club si los dejan. ¿Será para tanto?. Vamos a ver qué hacen.

Tocata Mist

El viernes pasado paseamos con Maracas por Suecia. Compartimos escenario en un barrio de miedo, pero fuimos apoyados por todos los que escucharon y cantaron las canciones. Les agradecemos sinceramente, especialmente a Karen por la música de la fiesta y a Mist por la invitación.

Volvemos a las pistas este viernes 18 de agosto

Columpio de mono

La tienda de música.

Antes de agarrar la guitarra lo anticipa. El vendedor le habla con gestos, miradas altas, cambiando y volviendo al tema, forzando elegancia. Entre las palabras al aire dice el nombre del cliente. Hace años se conocen y cada semana cumplen con recordarse, evocando modelos, cápsulas, comparando países, iluminando a un pasado que se pierde entre las generaciones.
Luego de ese momento, entro y pienso como un tercero: no hay magia en la tienda de música, sólo gente que parece necesitarse y fetiches que siguen sonando. Me sorprende pensarlo, aún cuando recién jugaba a cambiar datos en la tienda de al lado. Honestamente, me falta poco para sacar la residencia. De hecho, los que la tienen y venden se burlan de mi. Dos y medio, me dicen.

Felix Suriel

Niños y Lunes

. Mi árbol llegaba hasta Dios.

. Después paso con el color para distinguir.

. Y los que terminan, ¿qué hacen?

. No existe el mundo al revés, o si no mi nombre sería OCIREDEF.

. Así se usa la mente.

. Hay más mar que tierra, un mar así de hondo.

Foto: N. Walker